martes, 17 de marzo de 2009

Mezclando protecciones


La actual legislación española sólo permite abortar en tres supuestos: en caso de violación, la mujer puede abortar hasta las doce semanas; en caso de malformación del feto, hasta las 22; y en caso de que exista grave riesgo para la salud física o psíquica de la madre, en cuyo caso no hay plazo.
El mes pasado se aprobó una propuesta para reformar la actual ley del aborto. Esta reforma supondrá seguramente la despenalización del aborto permitiendo abortar libremente (por supuesto dentro de unas determinadas semanas del embarazo).
El tema de hoy es que la Conferencia Episcopal a iniciado una campaña con el lema ¡Proteje mi vida! en la que se afirma lo siguiente:
"... es mayor la sensibilidad sobre la necesidad de proteger los embriones de distintas especies animales; las leyes tutelan la vida de esas especies en sus primeras fases de desarrollo. Está bien que así sea, sin embargo, resulta paradójico que la vida de la persona humana que va a nacer sea objeto de una desprotección cada vez mayor."
He estado buscando leyes sobre la protección de embriones de animales pero, por supuesto, no he encontrado nada. De hecho me atrevo a decir que posiblemente ningún estado contempla en su ley la protección de embriones de animales, otra cosa es que el animal ya haya nacido y esté en peligro de extinción, en cuyo caso la pena por matar un lince es infinitamente menor que la pena por asesinato. En fin, lo que quiero decir es que aparte de ser mentira que se proteja más a los fetos de lince que a los fetos humanos, me parece ridículo comparar los derechos de los animales con los de las personas, y el que no esté de acuerdo es porque es vegano (cosa que respeto pero no comparto).
Con respecto al tema del aborto creo que es algo sobre lo que deberían decidir exclusivamente las mujeres... como hombre no me siento con derecho a decir mucho.

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