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En Inglaterra la afición al juego es un verdadero problema social. La línea telefónica de ayuda contra la ludopatía Gamcare comentó que el 22% por ciento de las llamadas que recibió el año pasado se debían al problema con las apuestas. Ahora con las nuevas tecnologías el negocio de las apuestas esta creciendo a un ritmo de casi el 30% anual desde terminales móviles. Total, que el Reino Unido se está planteando la posibilidad de limitar el negocio de las casas de apuestas.
Todo esto viene porque hoy leía en una noticia del 20 minutos que un tal Jon Matthews (ver foto), un ingles con cáncer terminal ganó 5.000 libras apostando con su vida. Escribió sus últimas voluntades y dejó pagado su funeral, pero seguía encontrándose bien así que, cuando pasaron las navidades que le dieron como plazo, hizo su apuesta. Este domingo recogía la suma ganada, una vez superado el plazo máximo de supervivencia que le habían dado los médicos.
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