Pues nada, que estos 5 días en Marruecos me han sentado de arte. Aprovechando que tenemos una amiga haciendo unas prácticas en Al-Hoceima, fui con los solipotes a hacerle una visita. El lunes desembarcamos en Tanger, que tenía zocos llenos de tiendas a rabiar. Tuve que hacer un gran esfuerzo para no dejarme llevar por el espíritu consumista.
Desde Tanger fuimos a Chaouen, que tiene una parte antigua muy bonita con todas las casa pintadas de azul claro (véase la foto). Sin duda este pueblecito es lo que más me ha gustado del viaje.
Desde Chaouen fuimos en coche hasta Al-Hoceima. La distancia era de unos 250 km, pero tardamos 6 horas en hacerlos por las carreteras de la muerte. Durante el trayecto por la zona de Ketama se podían ver campos y campos de Marihuana, algunos apenas a unos metros de la carretera. Allí también es ilegal, pero por lo visto no se lo toman muy en serio.
En Al-Hoceima estaba nuestra amiga Meu, que lo tenía todo preparado. Mucha playita, muchas comilonas por 30 dirham (3 Lerus al cambio) y un poquito de turisteo.
En fin, que muchas experiencias imposibles de resumir sobre la cultura Marroquí, el efecto de la religión, el sistema monárquico en el que "todo es del rey", la gastronomía, las diferencias sociales, el cultivo del Kif (Marihuana) y la presión internacional, etc.
Desde Tanger fuimos a Chaouen, que tiene una parte antigua muy bonita con todas las casa pintadas de azul claro (véase la foto). Sin duda este pueblecito es lo que más me ha gustado del viaje.
Desde Chaouen fuimos en coche hasta Al-Hoceima. La distancia era de unos 250 km, pero tardamos 6 horas en hacerlos por las carreteras de la muerte. Durante el trayecto por la zona de Ketama se podían ver campos y campos de Marihuana, algunos apenas a unos metros de la carretera. Allí también es ilegal, pero por lo visto no se lo toman muy en serio.
En Al-Hoceima estaba nuestra amiga Meu, que lo tenía todo preparado. Mucha playita, muchas comilonas por 30 dirham (3 Lerus al cambio) y un poquito de turisteo.
En fin, que muchas experiencias imposibles de resumir sobre la cultura Marroquí, el efecto de la religión, el sistema monárquico en el que "todo es del rey", la gastronomía, las diferencias sociales, el cultivo del Kif (Marihuana) y la presión internacional, etc.
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